Receta: Albóndigas de pavo sin gluten súper saludables
Me he esforzado mucho en preparar almuerzos saludables la semana pasada y las albóndigas han demostrado ser una opción rápida, fácil y relativamente barata.
Servidas con abundantes verduras (¡generalmente cualquier cosa que pueda encontrar después del trabajo!), son sabrosas y muy versátiles: ¡puedes mezclarlas con todo tipo de especias!
Buscando una variación de las albóndigas de carne, decidí intentar hacer una opción más saludable con un poco de carne magra de pechuga de pavo.
Según el entrenador personal Steve (el BF), el pavo es una de las mejores carnes porque es rico en proteínas y bajo en grasas.
¡Lo cual es una buena noticia para todos entonces!
Creo que la carne picada de pavo puede ser bastante blanda, así que decidí agregar algunas especias, ajo y chalotas para mejorar el sabor, y quedaron bastante bien.
Para obtener algunas grasas buenas, también agregué un poco de linaza, que (dice PT Steve) está llena de fibra, lo cual es excelente para la digestión (muy importante para las personas con enfermedad celíaca o intolerancias alimentarias) y rica en Omega 3.
Finalmente, decidí intentar hornearlos en lugar de freírlos, lo que significaba que no se desmoronaban ni se deshacían en la sartén como de costumbre.
Entonces, para obtener una alternativa súper saludable a las albóndigas estándar a granel, ¡aquí está mi receta rápida y fácil para el almuerzo!
Albóndigas de pavo saludables
500 g de pechuga de pavo magra picada
3 chalotas pequeñas, picadas muy finas
2 dientes de ajo machacados
1 cucharadita de mezcla de 7 especias Schwartz thai (o similar, según el sabor que te apetezca)
1 cucharadita de hojuelas de chile
1 huevo pequeño
1 cucharada de linaza
- Precalentar el horno a 190'C/Gas 5
- Agregue todos los ingredientes a un tazón grande y mezcle bien con las manos.
- Forme con la mezcla 9 albóndigas de tamaño mediano (o más pequeñas)
- Colóquelo en una bandeja para hornear antiadherente y hornee durante 20-30 minutos (dependiendo del tamaño).
- Si no estás seguro de si están cocidos, corta uno de los más grandes por la mitad con un cuchillo y compruébalo.
Probablemente mezcle el mío con ensalada y algunas verduras crudas esta semana. ¿Cómo comerás el tuyo? ¡Comenta abajo y déjamelo saber!
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